Los flavonoides son un
grupo diverso de fitonutrientes (químicos vegetales) que se encuentran en muchas
frutas, verduras y especias, según lo define el sitio especializado LiveScience.
Son en parte responsables de los intensos colores de las frutas y verduras y hay
hasta 6.000 tipos de flavonoides.
Al igual que otros fitonutrientes, los
flavonoides son poderosos
antioxidantes, con
características
antiinflamatorias
que asisten al sistema inmunológico.
Históricamente se han utilizado en la
medicina tradicional china para la
protección
cutánea,
mejorar la función cerebral y
regular
la presión arterial y el azúcar en la
sangre.
Aunque no se sabe con certidumbre cómo
es que operan en el organismo, numerosos
estudios han relacionado estos
compuestos con la
prevención del cáncer y las enfermedades
cardiovasculares y neurodegenerativas.
Los investigadores de la Escuela de
Medicina y Ciencias de la Salud de ECU
analizaron datos de un estudio sobre la
dieta en Dinamarca que involucró la
alimentación de 53.048 daneses a lo
largo de 23 años.
Descubrieron que las personas que
habitualmente consumieron cantidades
entre moderadas y altas de alimentos
ricos en flavonoides -compuestos que se
encuentran en frutas, verduras y bebidas
en base a hierbas y plantas- eran menos
propensas a morir de cáncer o
enfermedades cardíacas.
Son muchos, que varían en su
concentración y tipo dentro de la gran
familia de flavonoides como los
flavonoles, flavanoles (con "a"),
flavanonas, flavonas y antocianidinas,
entre otros.
Click aquí para presentar la
ventana de la izquierda la lista
de alimentos que aquí se
mencionan. Así lo puede
ver uno a uno cómodamente y
regresar aquí.
Brócoli, coles de Bruselas,
puerros y cebollas. Estos
son algunos de los alimentos del grupo
de flavonoles. Se les adjudican
propiedades antihistamínicas,
antiinflamatorias y antioxidantes.
Manzanas, uvas, cacao,
té verde. Forman parte de los que
contienen flavanoles y están asociados
con
mejorar la salud cardiovascular y
neurológica. Estos compuestos
también están presentes en el vino
tinto.
Naranjas y otros cítricos.
Pertenecen a las frutas ricas en
flavanonas, relacionadas a la
salud
cardiovascular, el
relajamiento
y la
actividad antioxidante y
antiinflamatoria.
Apio, perejil y otras
hierbas y chiles. Son buenas
fuentes de flavonas, conocidas por sus
propiedades antioxidantes y por retrasar
el metabolismo de fármacos.
Arándanos, ciruelas,
uvas rojas y moradas y vino tinto.
Están cargados de antocianidinas que se
asocian con buena salud cardiaca y
efectos que ayudan a controlar la
obesidad y la diabetes.
"Es importante consumir una variedad
de diferentes compuestos de flavonoides
que se pueden encontrar en sendos
alimentos y bebidas vegetales",
recomendó la doctora Bondonno.
Esa recomendación es fácil de lograr con
la siguiente dieta:
una taza de té,
una manzana,
una naranja,
100 gramos de arándanos y
100 gramos de brócoli.
Eso "proveería una amplia gama de
compuestos de flavonoides y más de 500
mg en total flavonoides", dijo.
La doctora explicó que aunque las
investigaciones habían establecido una
asociación entre el consumo de
flavonoides y un menor riesgo de muerte,
la naturaleza exacta del efecto
protector no estaba clara aunque
probablemente sería multifacética.
Fumadores y bebedores
Lo
llamativo del estudio es que encontró
que el efecto protector parecía ser más
fuerte en aquellas personas con mayor
riesgo de sufrir enfermedades crónicas
por fumar o beber alcohol.
Aunque los beneficios parecen ser
mejores con fumadores y bebedores, eso
no contrarresta el daño causado por el
consumo de cigarrillos y alcohol.
"Tanto el consumo de alcohol como
fumar aumentan la inflamación y dañan
los vasos sanguíneos, que pueden
incrementar el riesgo de una gama de
enfermedades", dijo Bondonno.
"Se ha demostrado que los flavonoides
son antiinflamatorias y mejoran la
función de los vasos sanguíneos, lo que
podría explicar por qué se les asocia
con un menor riesgo de mortalidad por
enfermedad coronaria y cáncer".
Sin
embargo, advirtió que también es
importante resaltar que el consumo de
flavonoides no contrarresta todo el
aumento de riesgo de muerte ocasionado
por fumar y consumir alcohol.
Exhortó que lo mejor para la salud sería
dejar de fumar y reducir el beber
alcohol.
EXPLICACIÓN MÁS CIENTÍFICA DEL
FLAVONOIDE
Para beneficios de
maestros y estudiantes de nutrición y
medicina tradicional y medicina natural
¿QUÉ SON LOS
FLAVONOIDES?
Los flavonoides son sustancias de bajo
peso molecular producidas por casi todas
las plantas vasculares. Esta gran
familia de compuestos ha estado presente
en la naturaleza durante más de mil
millones de años, de manera que han
actuado recíprocamente con el desarrollo
de muchos organismos. Los flavonoides
cumplen un importante papel en la
naturaleza que ha perdurado en las
plantas vasculares a lo largo de la
evolución. Esta asociación entre las
plantas productoras de flavonoides y las
diversas especies animales y otros
organismos, puede explicar la gama
extraordinaria de actividades
bioquímicas y farmacológicas que estos
productos ejercen en el hombre y otros
mamíferos, como resultado de la
coexistencia o co-evolución de ambos
reinos.
En las plantas, algunos flavonoides
confieren resistencia contra la
fotooxidación de la luz ultravioleta del
sol, intervienen en el transporte de
hormonas y algunos funcionan como
defensa ante los depredadores. Desde el
siglo pasado es bien conocida la
relación que existe entre la presencia
de flavonoides en las plantas y su
resistencia a las infecciones fúngicas y
virales. Otra de sus importantes
funciones en muchas plantas es la
atracción de los insectos polinizadores
por medio del color o del olor que les
confieren a éstas o a sus flores
asegurando así su reproducción y
conservación.
El hombre los consume cotidianamente en
la dieta ya que están presentes de forma
abundante en los vegetales, las frutas
rojas como las moras, fresas, zarzamoras
(Vaccinium ssp.); frutas cítricas (Citrus
ssp.), el chocolate (Theobroma cacao),
las nueces, las bebidas derivadas de la
uva (Vitis vinifera) como el vino tinto,
los tés verde y negro (Camelia sinensis),
así como en otros alimentos. También
están presentes en plantas medicinales
aromáticas pertenecientes a la familia
Lamiaceae.
METABOLISMO DE LOS FLAVONOIDES
Se calcula que la ingesta diaria de
flavonoides contenidos en la dieta es de
uno a dos gramos por día, dependiendo
principalmente de los hábitos
dietéticos. En México no existe
información acerca de las cantidades que
se consumen.
La mayor parte de los flavonoides (a
excepción de las catequinas) está
presente en las plantas y alimentos en
forma de β-glicósidos. Aunque la más
frecuente de las unidades de
glicosidación es la glucosa también
están presentes la glucoramnosa, la
galactosa, la arabinosa y la ramnosa.
Una vez que son ingeridos y antes de
entrar a la circulación general, estos
glicósidos pueden sufrir deglicosilación
(hidrólisis) de la siguiente forma:
debido a que la unión β de estos
azucares resiste la hidrólisis de las
enzimas pancreáticas, este proceso se
lleva a cabo predominantemente en el
lumen intestinal por la acción de dos
enzimas:
1. la lactasa
phloridzina hidrolasa (LPH), que se
encuentra en la membrana de los
enterocitos (cuando los flavonoides son
hidrolizados por esta enzima atraviesan
por difusión pasiva la membrana
intestinal) y
2. la enzima β-glucocidasa
citosólica no específica (CBG), que es
capaz de hidrolizar una amplia gama de
glicósidos incluyendo glucósidos,
galactósidos, xilósidos, arabinósidos y
fructósidos. Esta enzima está localizada
intracelularmente en los enterocitos,
por lo que se requiere del transporte
activo de los glicósidos por medio del
transportador de azúcar SGLT-1
dependiente de sodio.
Por otra parte, los glicósidos que no
son sustratos para la LPH o para el SGLT-1
son transportados hacia el colon donde
son hidrolizados por las bacterias ahí
presentes.
Los flavonoides una vez hidrolizados (agliconas)
se conjugan por metilación, sulfatación
o glucuronidación principalmente y
debido a que tienen una capacidad de
conjugación alta su concentración en el
plasma es por lo general baja. Estudios
realizados con ratas mostraron la
presencia de metabolitos conjugados en
la sangre portal, lo cual apoya que la
conjugación se inicia en los enterocitos
antes que en el hígado.
Aunque numerosos estudios han descrito
los efectos de diversos flavonoides en
el SNC, es escasa la información de cómo
permean la barrera hematoencefálica (BHE).
Investigaciones recientes in vitro e in
vivo indican que tanto los flavonoides
hidrolizados (agliconas) como sus
productos de conjugación son capaces de
atravesar la BHE.11 Algunas
investigaciones indican que flavonoides
glicosidados como el 3-β-rutinósido de
cianidina y el glucósido de pelargonina,
así como las flavanonas (agliconas)
hesperetina, naringenina y sus productos
de conjugación atraviesan la BHE.
Por lo que, al parecer,
la capacidad de los flavonoides de
permear la BHE no sólo depende de su
lipofilicidad sino también de su
capacidad de conjugación; metabolitos
que son conjugados por metilación en el
intestino delgado y en el hígado, al ser
más lipofílicos, pueden permear la BHE
con mayor facilidad que sus agliconas de
origen. Por la misma razón se pensaría
que los metabolitos más polares, por
ejemplo los resultantes de conjugación
por glucuronidación o los glicosilados,
no podrían permear la BHE; existen
investigaciones que sugieren que in vivo
esta clase de glicósidos la atraviesan
cuando se unen a transportadores
específicos dependientes de ATP como la
glicoproteína P (P-gp) expresada en la
BHE.
La P-gp pertenece al
grupo de transportadores ABC (ATP-binding-casette)
y están encargados de transportar
compuestos estructuralmente diferentes
así como sus derivados conjugados,
además de regular la salida ("efflux")
de estos compuestos de una manera activa
y dependiente de ATP. Estudios recientes
muestran que algunos flavonoides no sólo
son transportados por la P-gp sino que
interactúan con ésta moderando su
actividad, por lo que los flavonoides
han sido descritos como "modificadores
de la respuesta biológica" por su
capacidad de modular la reacción del
cuerpo ante xenobióticos.
CLASIFICACIÓN DE LOS FLAVONOIDES
De forma coloquial se tiende a
generalizar cuando se habla de "los
flavonoides" y sus beneficios en la
salud, sin embargo esta familia se
caracteriza por su diversidad
estructural de tal manera que se han
identificado más de 6000 de estos
metabolitos secundarios cuyas
propiedades biológicas dependen en gran
medida de su estructura particular, es
decir del tipo de sustituyentes, grupos
funcionales, grado de oxidación, formas
diméricas, polimóricas, formas
glicosidadas o libres, entre otras.
El
término flavonoide es generalmente
utilizado para describir una amplia gama
de productos naturales con un sistema
C6-C3-C6 (anillos A, C y B) o más
específicamente con una funcionalidad
fenilbenzopirano, benzo-γ-pirona o
cromano, consistente en un anillo
fenólico y un anillo pirano y son
clasificados de acuerdo a sus
sustitución.
Los flavonoides se dividen inicialmente
en tres clases, dependiendo del sitio de
unión del anillo B con el benzopirano
(A): los flavonoides 1 (2-fenilbenzopiranos),
isoflavonoides 2 (3-benzopiranos) y los
neoflavonoides 3 (4-benzopiranos). Los
flavonoides 1 (2-fenilpiranos), a su
vez, dependiendo del grado de oxidación
y saturación presente en el heterociclo
se dividen en los siguientes grupos: Los
isoflavonoides (3-benzopiranos 2) son
una clase distintiva de flavonoides,
estos compuestos poseen un esqueleto, 3-fenilcromano
que es derivado biogenéticamente de una
migración 1,2-aril del precursor 2-fenilcromano.
A pesar de su limitada distribución en
el reino vegetal, los isoflavonoides son
notablemente diversos en cuanto a sus
variaciones estructurales, no sólo en el
número y complejidad de los
sustituyentes sobre el sistema básico,
también en los diferentes niveles de
oxidación y en la presencia de un
heterociclo adicional (figura 2). Es así
que los isoflavonoides se dividen en los
siguientes grupos:
a) Los neoflavonoides (4-benzopiranos 3)
que están estructural y biogenéticamente
relacionados con los flavonoides, y
b) los isoflavonoides,
conformados por las 4-aril-coumarinas
(4-aril-2fi-1-benzopiran-2-onas), las
3,4-dihi-dro-4-arilcoumarinas y el
neoflavano.
EFECTOS FARMACOLÓGICOS DE LOS
FLAVONOIDES
Esta variedad estructural está
relacionada con las diversas actividades
biológicas que poseen los flavonoides,
de entre las cuales destaca, tal vez por
ser una de las más estudiadas, sus
propiedades antiinflamatorias. Desde
1948 se describieron las propiedades
antiinflamatorias de la hesperidina, la
naringenina y la nobiletina, presentes
en la fracción soluble en agua de casi
todas las especies de Citrus; a partir
de entonces son muchos los estudios in
vivo e in vitro que describen las
propiedades antiinflamatorias de los
flavonoides y sus mecanismos.18
Además de sus propiedades
antiinflamatorias se ha descrito una
variedad de efectos producidos por estos
metabolitos. En el cuadro 1 se describen
los más documentados, sin mencionar sus
efectos sobre el SNC, los cuales se
abordarán a continuación.
EFECTOS DE LOS FLAVONOIDES SOBRE EL
SISTEMA NERVIOSO CENTRAL
Históricamente las acciones biológicas
de los flavonoides se han atribuido a
sus propiedades antioxidantes; debidas
principalmente al potencial quelante que
les confiere su estructura química, de
tal manera que la actividad antioxidante
puede deberse a sus capacidades
reductoras per se o por influenciar el
estado de oxidación/reducción (redox)
intracelular.
Este potencial
antioxidante ha sido asociado con la
reducción del riesgo de ciertas
enfermedades crónicas, la prevención de
algunas enfermedades cardiovasculares y
de algunas clases de cáncer. Sin
embargo, también se ha especulado que su
clásica actividad antioxidante donadora
de hidrógenos no puede explicar la bioactividad de los flavonoides en los
sistemas vivos.
El estado de redox de la célula es el
equilibrio entre los niveles fijos de
especies reactivas de oxigeno (ERO) y
especies reactivas de nitrógeno (ERN)
con los sistemas celulares
antioxidantes. Un indicador clave en
este balance es la relación entre el
sistema enzimático glutatión reducido (GSH)
y el glutatión oxidado (GSSG), o mejor
dicho el potencial redox de GSH. La
reserva celular de GSH/GSSG es un
sistema dinámico que lleva a cabo
reacciones de oxidación y reducción con
ERO y ERN, en sistemas antioxidantes y
grupos tioles de algunas proteínas. Al
parecer las células se hacen más
oxidadas durante la progresión del ciclo
de vida a partir del estado de
proliferación (-230 a 260mV) hacia el
ciclo de arresto y diferenciación
(-200mV), hasta la apoptosis de la
célula (-150mV). Considerando en
conjunto estos datos el estrés oxidativo/nitrosativo
es el cambio del estado de redox de una
célula hacia la oxidación que causa daño
a las funciones celulares y a las
biomoléculas esenciales.
Es en este contexto en el que los
efectos antioxidantes de algunos
flavonoides pueden ser importantes para
ayudar a recuperar la homeostasis de
óxido-reducción en las patologías
degenerativas y los trastornos asociados
al envejecimiento, como la enfermedad de
Alzheimer, la demencia senil y las
fallas en los procesos cognitivos como
la memoria y el aprendizaje, que se
caracterizan por presentar un alto
estrés oxidativo celular. De estas
investigaciones destacan las realizadas
por Matsuzaki et al. (2006), quienes
han descrito la participación de la nobiletina en los mecanismos
relacionados con la memoria y el
aprendizaje. En este estudio demostraron
que la nobiletina posee un mecanismo
único de acción neurotrófica, es decir
favorece el desarrollo, crecimiento y
funcionamiento neuronal, revirtió la
pérdida de memoria inducida por la
proteína β-amiloide y mejoró la memoria
olfativa de ratas bulbectomizadas.
Esto
se logró gracias a que interactúa
selectivamente con dos proteínas cinasas:
la proteína cinasa activada por mitógeno
(MAPK) (la cual está asociada al
crecimiento celular) y por la proteína
fijadora del elemento de reconocimiento
del AMPc (CREB) (una proteína de
transcripción génica) cuya activación
favorece el crecimiento de nuevas
conexiones sinápticas proporcionando un
estado estable de la memoria a largo
plazo. En 2007 este mismo equipo de
investigación mostró que la nobiletina
interactúa con el sistema glutamatérgico,
en particular con los receptores AMPA,
para ejercer sus efectos sobre la
memoria.
Curiosamente la historia del
descubrimiento de los efectos de los
flavonoides sobre el Sistema Nervioso
Central está ligada al descubrimiento de
los receptores del ácido gama amino
butírico (GABA), que condujo a la
caracterización de dichos receptores y a
una incesante búsqueda de las sustancias
cerebrales endógenas que se unen a este
receptor. Como parte de esta búsqueda se
investigó también la presencia de
moléculas afines a los receptores a GABA
en alimentos de origen animal y vegetal,
así como en plantas utilizadas en la
etnomedicina de todo el mundo.
Por otro lado, a partir de los años 1960
los fármacos ansiolíticos más utilizados
en la práctica clínica han sido los de
la familia de las benzodiacepinas (BDZ),
utilizados también para el tratamiento
de la epilepsia, el insomnio, ciertos
estados depresivos, algunos estados
afectivos, etcétera. Las benzodiazepinas
ejercen su acción por su interacción con
los receptores GABAérgicos tipo A. Estos
receptores son proteínas
transmembranales con un ensamble hetero-oligomérico
ya que están constituidas por varias
subunidades, que conforman un canal
iónico permeable al ion cloruro (Cl-) y
cuyo ligando es el ácido gama amino
butírico (GABA). Cuando el GABA se une
al receptor el canal iónico se abre
permitiendo el flujo del ion cloruro el
cual produce la hiperpolarización de la
membrana de la neurona receptora y la
inhibición de la transmisión de los
impulsos nerviosos, produciendo efectos
tranquilizantes, sedantes o
ansiolíticos.
Estos efectos son atribuidos a la
interacción selectiva de las subunidades
que conforman al receptor con distintos
ligandos que pueden hacer más eficiente
la transmisión GABAérgica. En el SNC de
los vertebrados se han identificado
diferentes subunidades de los receptores
GABAA como α1-α6, β1-β3 (más β4 en el
cerebro del pollo), γ1-γ3 (más γ4 en el
cerebro del pollo),δ, ε, ,Π p1-p3.
Además de los receptores GABAA, el GABA
activa a otros dos tipos de receptores:
el GABAB que es conocido por estar
acoplado a canales de Ca2+ o K+, los
cuales activan sistemas de segundos
mensajeros en la célula vía proteínas G;
y los receptores GABAc, un subgrupo de
los receptores GABAA en el cual
predomina la subunidad p y están
directamente asociados con los canales
de cloruro.
El receptor GABA tiene un sitio de unión
a las BDZ que está localizado en la
interfase de la subunidad ( y la
subunidad y, en los receptores GABAA.
Las BDZ actúan aumentando la corriente
de cloruro inducida por GABA. La
presencia de las subunidades (α1 y γ2 es
un requisito indispensable para que la
unión funcional de BDZ sea completa y la
modulación de la corriente de cloruro
sea óptima. La diversidad de ligandos
GABA/BDZ, la cual resulta de la
existencia de las subunidades, ha sido
implicada en las múltiples propiedades
farmacológicas producidas por ligandos
con escasa selectividad subtipo como el
diazepam. Más aún, la heterogeneidad
regional del complejo GABA/BDZ se ha
sugerido como otra razón para la
multiplicidad de propiedades
farmacológicas de los ligandos a BDZ.
En 1983, el grupo argentino de Medina,
Paladini y colaboradores realizaron
investigaciones buscando los principios
activos de plantas con propiedades
sedantes. Realizaron estudios de unión a
receptores a BDZ con la esperanza de
encontrar principios activos con
estructuras similares a las
benzodiazepinas. Como resultado de este
estudio aislaron y demostraron por
primera vez que la flavona crisina y la
apigenina aisladas de la pasiflora (Passiflora
coerulea), de la manzanilla (matricaria
rucutita) y el núcleo flavona en sí
mismo, poseen propiedades ansiolíticas
en modelos de conducta en ratones.
En
modelos in vitro estos metabolitos
secundarios mostraron alta y mediana
afinidad por el sitio de unión a BDZ.
Estas flavonas presentaron además escasa
actividad sedante y miorrelajante, lo
cual representó la primera ventaja de
estos metabolitos sobre las BDZ y mostró
su potencial como fármacos para uso
humano. Siguiendo la investigación de
estos importantes hallazgos, Paladini y
colaboradores hicieron modificaciones
químicas de las flavonas ansiolíticas
naturales y obtuvieron derivados con
mejores propiedades, de los cuales la
6,3'-dinitroflavona mostró una afinidad
por los receptores cerebrales
específicos, comparable a la de las BDZ,
pero con una actividad 10 veces
superior.
También realizaron un estudio
análogo al descrito, con las valerianas,
plantas de uso milenario en la medicina
tradicional por sus propiedades
tranquilizantes e inductoras del sueño.
Esta investigación permitió descubrir en
sus extractos la presencia del
flavonoide 6-metilapigenina, que resultó
ser un ligando para el receptor GABAA
con propiedades ansiolíticas pero no
sedantes ni hipnóticas, y de los
rutinósidos de flavanona hesperidina y
linarina, que no tuvieron afinidad por
el receptor GABAA ni presentaron efectos
ansiolíticos. En cambio, ambos
rutinósidos resultaron potentes sedantes
e hipnóticos (figura 3).
La asombrosa variedad de interacciones
que presentan diversos flavonoides con
el receptor tipo A del GABA, condujo a
realizar estudios para determinar la
interacción selectiva de una variedad de
flavonoides naturales y derivados
sintéticos con las diferentes isoformas
del receptor GABAA. Tal es el caso de la
2'-metoxy-6-metilflavona y la trans-(2S,3R)-3-acetoxi-4'-metoxiflavanona.
Ambas flavanonas incrementaron las
corrientes iónicas del canal gracias a
su interacción con las subunidades
(α2β2/3 y (α2β1γ2L (expresados en
ovocitos de Xenopus leavis); mismas
subunidades que producen los efectos
ansiolíticos y sedantes del diazepam, el
loreclezole y la etamida, explicando así
los efectos ansiolíticos a dosis bajas y
sedantes a dosis altas que posee la 2'-metoxy-6-metilflavona
en ratones, mientras que la trans-(2S,3R)-3-acetoxi-4'-metoxiflavanona
solamente presentó efectos ansiolíticos
debido a su selectividad por la
subunidad (2 de los receptores GABAA.
Se ha descrito que la administración
oral de la flavona wogonina, aislada de
Scutellaria baicalensis, una planta
utilizada en la medicina tradicional de
China, tiene efectos ansiolíticos y
previene las convulsiones inducidas por
pentilentetrazol y electrochoques en
ratones, sin producir efectos sedantes o
miorrelajantes. Además se demostró su
interacción con el receptor GABAA cuando
sus efectos fueron bloqueados mediante
su coadministración con el antagonista
GABAérgico flumazenil.
La amentoflavona es una flavona dimérica
cuya actividad ansiolítica ha sido
extensamente explorada, ésta fue
inicialmente identificada como un
ligando de alta afinidad al sitio de
BDZs de los receptores GABAérgicos. En
estudios subsecuentes se demostró que la
amentoflavona posee una actividad
bifásica actuando como antagonista a
concentraciones nanomolares y, a
concentraciones altas (μmolares), como
modulador alostérico negativo de GABA en
el sitio α1β2γ2L; insensible al
flumazenil. Una extensa batería de
ensayos in vivo realizados con radio
ligandos han mostrado que la
amentoflavona inhibe significativamente
la unión de serotonina, dopamina, δ-opioides,
mientras que no tiene efecto sobre la
unión de GABA al sitio de unión del
receptor GABAA.
Un ejemplo interesante de esto es que la
6-hidroxiflavanona presentó efectos
ansiolíticos al ser evaluada en modelos
de conducta en ratones. Esta flavanona
no presentó los efectos indeseables que
producen las BDZs como la sedación, el
deterioro cognitivo, la miorrelajación y
la falta de coordinación motriz. En
estudios recientes realizados con
receptores GABA expresados en células
HEK 293T, se demostró que la 6-hidroxiflavonona
es un modulador alostérico parcial
positivo, selectivo al sitio de unión a
BDZssensible al flumazenil, con afinidad
significativa por las subunidades α2 y
α3.
Otro ejemplo de interacción con el
sistema GABAérgico es la flavona
hespidulina que posee efectos
ansiolíticos y anticonvulsivos en
roedores. En estudios realizados con
receptores recombinantes expresados en
ovocitos de Xenopus leavis, la
hespidulina mostró una actividad
bifásica: a concentraciones bajas (0.8-5µM)
mostró un efecto modulador positivo en
las subunidades receptores α1,2,3,5,
6β2γ2S, por medio del incremento del
flujo de corriente en estas subunidades,
mientras que a concentraciones mayores
(>30mM)mostró un efecto contrario sobre
estas mismas subunidades. Además la
actividad de hespidulina fue
parcialmente bloqueada por el flumazenil
y fue inactiva sobre los receptores
α1β2. La acción bifásica y el hecho de
que la hespidulina mostró afinidad por
los receptores GABAérgicos que contenían
la subunidad (6, indicaron que ésta
interactúa con más de un sitio de unión
en estos receptores.
Los ejemplos antes mencionados hacen
evidente que las acciones de los
flavonoides sobre los receptores
GABAérgicos son más complejas que una
simple acción sobre el sitio de
acoplamiento de las BDZs de estos
receptores.
En el cuadro 2 se mencionan los efectos
más documentados de los flavonoides
sobre el SNC.
MODELO FARMACÓFORO DE LOS FLAVONOIDES
(INTERACCIÓN FLAVONOIDE-RECEPTOR GABAA)
Después de los hallazgos de Paladini et
al. en los años 1980, quienes observaron
una similitud estructural, de afinidad y
de respuesta farmacológica entre las
BDZs y los flavonoides, se han publicado
más de 6000 artículos científicos de
estudios in vitro, in vivo y ex vivo,
para caracterizar los efectos
farmacológicos de los flavonoides
naturales y los sintéticos, así como
estudios teóricos computacionales ab
initio y semiempíricos para establecer
un modelo de las interacciones
ligando-receptor (flavonoide- receptor
GABAA) con el fin de correlacionar las
características estructurales y
fisicoquímicas de estos compuestos con
su afinidad por los diferentes sitios
del receptor y sus consecuentes
respuestas conductuales y
farmacológicas.
De estos estudios
destacan la creación de un modelo
farmacóforo que describe los
requerimientos mínimos necesarios que
deben poseer las flavonas para una unión
específica y eficiente con el sitio
flavona (FS) (que es el mismo que para
las BDZs) del receptor GABA. Como se
representa en la figura 4, en este
modelo el grupo carbonilo de las
flavonas interactúa sólo con el sitio
bifuncional H2/ A3 y el anillo B se
coloca cerca de la región lipofílica L2.
El anillo A en las flavonas se superpone
al anillo 5-fenil del diazepam; no hay
interacciones entre las flavonas y el
sitio de H1 y no hay posibilidad de
interacciones con A2. También en ésta se
representan áreas del receptor de
características fisicoquímicas
particulares, que son localizadas en un
arreglo espacial definido. H1 y A2 son
donadores de enlaces de hidrógeno y
sitios aceptores, respectivamente,
mientras que H2/ A3 es un sitio
bifuncional donador y aceptor de
hidrógeno. L1, L2 y L3 es un pocket
lipofílico y S1, S2 y S3 son regiones de
interacciones estéricas negativas. Los
efectos de los sustituyentes en el
núcleo flavona en las posiciones 6 y/o
3' muestran que la unión de alta
afinidad es relevante y cuantitativa.
Este modelo farmacóforo
ha servido como base para la síntesis y
diseño de una gran variedad de análogos
de flavonoides con el propósito de
diseñar nuevos fármacos con mejores y
más selectivos efectos, y sin los
efectos colaterales que aún presentan
las BDZs. Como resultado de estas
intensas investigaciones los flavonoides
han sido postulados como "una nueva
familia de ligandos con sitios de
afinidad específicos en los receptores
GABA."
Finalmente podríamos preguntarnos ¿por
qué existen sitios de interacción
específicos para los flavonoides en el
complejo receptor de neurotransmisión de
inhibición más importante en nuestro
cerebro? ¿Es esto una estrategia
evolutiva de la especie humana?
Por otro lado, en 2008 Machado et al.
describieron las propiedades tipo
antidepresivos de la rutina, un
rutinósido de flavanona, en modelos de
conducta en ratones y mediante
experimentos de co-administración con
inhibidores de serotonina y
noradrenalina determinaron que los
efectos antidepresivos de la rutina
fueron debidos a un incremento de la
disponibilidad tanto de serotonina como
de noradrenalina en la zona sináptica.
Después de este estudio se han
publicados los efectos antidepresivos de
una gran variedad de flavonoides,
mostrando así que también interactúan
con otros sistemas de neurotransmisión.
LA INGESTA DESMEDIDA DE FLAVONOIDES
PUEDE REPRESENTAR RIESGOS A LA SALUD
Se han tomado como referencia las
poblaciones con bajo riesgo como las
mediterráneas y los vegetarianos, con un
consumo promedio de flavonoides como la
quercetina de 68mg, y de 20 a 240mg,
respectivamente.
El uso de suplementos,
particularmente las formulaciones
antioxidantes y mezclas herbales que son
comúnmente recomendadas en términos de
gramos más que de miligramos, puede ser
potencialmente tóxico.
Por ejemplo, en
los suplementos comerciales de quercetina la dosis recomendada está en
un intervalo de entre 500 y 1000mg
diarios, lo cual es de 10 a 20 veces más
que el consumo obtenido en una dieta
vegetariana típica. En México la venta
de suplementos que contienen flavonoides
no está regulada y, en general, en estos
productos no se especifica la cantidad
ni el tipo de flavonoides que contienen.
Un significativo número de estudios
proveen evidencia de que algunos
flavonoides presentan un papel dual en
la mutagénesis y en la carcinogénesis,
es decir pueden actuar como
antimutagénicos o como promutágenos;
como antioxidantes y como pro-oxidantes,
lo cual depende en gran medida de los
niveles de consumo así como de las
condiciones fisiológicas del cuerpo.
La
exposición a niveles altos de
flavonoides, ya sea por medio de la
dieta o por consumo de suplementos,
puede potencialmente saturar al sistema,
propiciando una sobreproducción de
especies ERO y produciendo
posteriormente daño al DNA y a sus
procesos de replicación. Estos
efectos pueden ser mayores durante el
desarrollo fetal donde el crecimiento
celular es rápido, lo cual puede
incrementar la sensibilidad a la
exposición a diversos flavonoides.
A pesar de la inmensa cantidad de
información que se ha generado sobre las
diversas interacciones de los
flavonoides y los seres humanos, es
realmente pobre el conocimiento acerca
de la toxicidad producida por el exceso
en su consumo, mientras que sus
atributos benéficos son sobrevalorados.
Sin embargo, la presencia de éstos como
parte de una dieta equilibrada puede a
mejorar la salud.
CONCLUSIONES
Los flavonoides son componentes
importantes de la dieta del ser humano y
han estado en contacto con éste a lo
largo de la evolución. Interactúan de
manera directa y/o indirecta con los
sistemas esenciales de neurotransmisión
cerebral, modulan la actividad de
diversas enzimas en las cascadas de
señalización de procesos tan importantes
como el de la memoria y el aprendizaje,
promoviendo un mejor funcionamiento
neuronal, por lo que es importante
entender cómo influyen en la función
cerebral.
El conocer sus características
estructurales necesarias para sus
efectos sobre los receptores GABAA es un
desafío clave para el desarrollo de
agentes específicos "para los receptores
subtipo GABAA con el fin de lograr la
producción de nuevos fármacos más
selectivos y con menos efectos
colaterales, útiles en la terapéutica de
las disfunciones cerebrales y los
trastornos mentales.
También resulta atractivo realizar la
síntesis de nuevos flavonoides no sólo
para producir agentes terapéuticos sino
también para el desarrollo de moléculas
que puedan ser usadas para investigar el
papel de los diferentes sitios de
modulación en los receptores GABAA.
Finalmente, debemos reiterar que los
flavonoides forman o deben formar parte
de nuestra dieta diaria; es un hecho que
su consumo mejora la salud, por lo que
más allá de considerarlos sólo como
fármacos para aliviar condiciones
patológicas, podemos promover su consumo
para prevenir enfermedades.
Si de verdad somos lo que bebemos y
comemos, los flavonoides deben
considerarse un alimento para el
pensamiento ágil y la vida sana.