Esta enfermedad aparece ante la falta de
vitamina C (ácido ascórbico). Veamos cómo se
desarrolla.

El escorbuto es un trastorno provocado por la
deficiencia de ácido ascórbico (vitamina C), que
altera la producción de colágeno, y con esto,
afecta la composición de tejidos vitales. Está
relacionado con una nutrición baja, así como con
el consumo excesivo de sustancias como el
alcohol.
En este artículo veremos qué es el escorbuto y
por qué la deficiencia de vitamina C puede
causar serios problemas en nuestro organismo.
Posteriormente veremos cuáles son los
principales síntomas y factores de riesgo; y
finalmente su prevención y tratamiento.
¿Qué es el escorbuto?
El escorbuto es un trastorno nutricional
producido por la deficiencia de vitamina C. Como
tal, se caracteriza por una dificultad para
sintetizar tejidos, especialmente colágeno. De
manera externa se manifiesta en la piel (con
manchas), en las mucosas, en los dientes y en
las encías. A nivel interno se manifiesta como
un empobrecimiento de la sangre, y en ocasiones
produce ulceraciones y hemorragias.

Es así ya que la Vitamina C, químicamente
llamada ácido ascórbico, es un compuesto
orgánico con propiedades antioxidantes, es
decir, que previenen la muerte de células y
tejidos celulares. En muchas especies de
animales y plantas (que tienen las enzimas
necesarias para sintetizarlo) este ácido se
produce dentro del propio organismo.
No obstante, debido a que los seres humanos
carecemos de dichas enzimas (tenemos 3 de las 4
necesarias), debemos consumir de manera externa
la vitamina C, y así, compensar las propiedades
nutricionales que permiten la síntesis y
funcionamiento de nuestros tejidos.
Importancia de la vitamina C
Además de ser un antioxidante y de mejorar la
absorción de hierro en el tracto intestinal, el
ácido ascórbico juega un papel muy importante
para la hidroxilación de colágeno, paso
indispensable para la configuración de tejidos
conectivos. Por ejemplo, la piel, las encías,
las membranas mucosas y los huesos contienen un
alto porcentaje de colágeno.
Pero no sólo eso, el ácido ascórbico también
participa en la síntesis de neurotransmisores y
hormonas como dopamina (esencial para la función
motora), la norepinefrina y la adrenalina (estas
últimas importantes para funciones fisiológicas
y para la actividad del sistema circulatorio).

A pesar de no tienen un lugar de concentración
fijo, el ácido ascórbico suele contenerse en las
glándulas adrenales, las células sanguíneas y la
glándula pituitaria. Así mismo tiene una vida
aproximada de 30 minutos una vez absorbido en el
tracto intestinal.
Breve historia
El escorbuto es uno de los trastornos más
estudiados y descritos desde los primeros
antecedentes de la medicina. De hecho, en los
siglos XV y XVI era una enfermedad muy frecuente
en los marinos.
En el año de 1747, el cirujano de la de la
fuerza naval británica, James Lind, realizó el
primer experimento sobre deficiencia de vitamina
C con navegantes. Encontró que una ingesta de
vitamina C compensaba los primeros síntomas de
escorbuto.
Síntomas principales El escorbuto suele tener una fase de desarrollo
asintomática, con lo cual, los primeros síntomas
son visibles meses después de que las reservas
de vitamina C se han agotado. Esto tanto en las
grasas como en los músculos y otros tejidos.
Suele manifestarse a partir de las primeras 8 a
12 semanas de haber tenido una ingesta
insuficiente de ácido ascórbico.
Los primeros síntomas son generalmente fatiga,
dolor, rigidez de las articulaciones y las
extremidades inferiores. Posteriormente hay
inflamación y sangrado de encías y, más
adelante, los dientes pueden comenzar a
aflojarse.
Otros síntomas, que indican un grado elevado de
escorbuto son el sangrado debajo de la piel y de
los tejidos profundos, cicatrización lenta,
anemia y alteraciones significativas del estado
de ánimo. Finalmente, si no se trata, puede
conducir a la muerte (normalmente como resultado
de una infección provocada por heridas no
cicatrizadas, o bien, como producto de una
hemorragia).
Causas y factores de riesgo Entre los principales factores de riesgo del
escorbuto se encuentran los niveles
socioeconómicos bajos, el abuso de alcohol y
otras drogas, y los trastornos psiquiátricos
cronificados que hayan tenido como consecuencia
nutrición baja o consumo excesivo de fármacos.
Aunque la investigación sobre la relación entre
el abuso de sustancias es reciente, la hipótesis
es que la presencia prolongada de sustancias
psicotrópicas (donde se incluye el alcohol)
acelera la metabolización y el deshecho del
ácido ascórbico. Es decir que, aunque se consuma
vitamina C, esta no permanece en el organismo.
Otros factores de riesgo relacionados con la
ingesta de alimentos y la incapacidad para
absorber algunas vitaminas, son las dietas
rápidas, la anorexia, la
enfermedad de Crohn, la
hemodiálisis, la enfermedad celíaca, y las
alergias numerosas a distintos alimentos.
Prevención y tratamiento Como vimos antes, los seres humanos no tenemos
la capacidad de sintetizar vitamina C, con lo
cual necesitamos obtenerla de recursos externos,
como las frutas cítricas (uvas, limas, limones,
naranjas) y los vegetales (pimiento rojo,
patatas, espinacas, brócoli). Estas últimas
mantienen al ácido ascórbico sobre todo si no se
cocinan, ya que se pierde fácilmente a altas
temperaturas.
Las dosis recomendadas de vitamina C diarias son
entre 75 y 90 mg al día, por lo que uno de los
tratamientos más utilizados es la prescripción
de suplementos alimenticios con alto contenido
de vitamina C. Dependiendo de los síntomas
desarrollados la dosis y el tiempo de toma de
estos suplementos varía, así como el
acompañamiento de este tipo de tratamiento con
otros.
VEA MARAÑÓN QUE AYUDA A ESTA ENFERMEDAD
|